El pasado 17 de agosto visitamos la Fundación Proayuda a Niños con Cáncer Luz de Vida, ubicada en la ciudad de México, donde nos recibió un bonito y variado grupo de 30 familias. Durante casi una hora, tuvimos la oportunidad de compartir con ellos y de obsequiarles despensas que habían sido recolectadas por Big y sus colaboradores. 

Fue una experiencia realmente gratificante no solo por la energía y el optimismo de los niños y de sus familiares, sino también por su capacidad organizativa, la cual nos demostró cómo los mexicanos somos capaces de superar las adversidades cuando unimos esfuerzos.

Cáncer infantil en México: un complejo panorama

En México, el panorama del cáncer infantil es más complejo de lo que muchos piensan. Según la Facultad de Medicina de la UNAM, cada año mueren aproximadamente 2000 niños por esta enfermedad, lo que la convierte en una de las principales causas de muerte infantil del país. 

Frente a esta realidad, han surgido diversas asociaciones que entienden que la lucha contra esta enfermedad va mucho más allá de las medicinas y del apoyo económico. Es así como nace la Fundación Proayuda a Niños con Cáncer Luz de Vida.

Fundación Proayuda a Niños con Cáncer Luz de Vida

Tal como lo explican sus directores, esta institución fue creada en 1996 por padres de niños con cáncer que se conocieron en la sala de quimioterapia y se atrevieron a soñar con una mejor calidad de vida para sus pequeños.

Por casi 30 años han apoyado a más de 2 mil familias a través de distintos programas y sin importar el diagnóstico o estado de la enfermedad. Esto ha hecho que se hayan posicionado a nivel nacional como una de las fundaciones más activas y solidarias.

Big suma un granito de arena

Al conocer la gran labor de esta fundación, en Big decidimos apoyarlos con un granito de arena y es por ello que durante todo el mes de agosto estuvimos recolectando alimentos de la canasta básica para donarlas a diferentes familias que forman parte de la fundación.

Logramos reunir 30 despensas con alimentos como aceite, lentejas y sopas, y el día 17 de agosto nos dirigimos a la sede principal para entregarlas directamente a cada uno de los niños y sus familiares. Fue, sin duda, una experiencia que nos inspiró y que nos impulsa a seguir trabajando por un México más justo y solidario.

¡Enviamos un caluroso agradecimiento a cada uno de los compañeros que participaron y a la fundación por permitirnos apoyar en su noble causa!